Las personas cambian

Decir que la gente no puede cambiar es lo mismo que decir que la gente no puede aprender








Un dicho popular que siempre me pareció particularmente estúpido y perjudicial es, "La gente no cambia". Aunque todo el mundo tiene rasgos de personalidad enraizados, no somos capturados por ellos. Creer que no podemos cambiar nos alienta a aceptar nuestras debilidades. ¿Cuántas personas con problemas de sustancias afirman que no son capaces de detenerse? Es mucho más fácil continuar con un comportamiento dañino cuando la responsabilidad se coloca en una fuerza externa como la genética o una "personalidad adictiva".

Decir que la gente no puede cambiar es lo mismo que decir que la gente no puede aprender. Cuando aprendes algo nuevo, ese conocimiento te cambia fundamentalmente. Cada pieza de información se agrega a su base de datos personal, creando recursos adicionales para aprovechar al interactuar con el mundo exterior. Nos enfrentamos a las mismas tentaciones de participar en conductas negativas, pero también construimos un cuerpo de experiencia que nos dice que la recompensa no vale la pena.
En cierto sentido estamos siempre cambiando y siempre permaneciendo igual. Cuando comparo mi yo de hoy con mi yo desde hace unos años, observo que soy el mismo, pero más. Soy igual en cómo pienso y proceso la información pero la experiencia ha cambiado la manera que interpreto todo. Cada día añade una nueva capa de carácter. Debemos anticipar el envejecimiento con optimismo en lugar de temor. A medida que envejecemos, la belleza roba hacia adentro ( Emerson ).

El dicho "la gente no cambia" es perjudicial porque niega la posibilidad de la redención. Hay algo profundo acerca de los redimidos. El hombre que ha experimentado el último peldaño de existencia y conquistado sus demonios personales tiene una empatía que carece de más personas santas. En una sociedad supuestamente construida sobre la doctrina cristiana del perdón, es notable lo ansiosos que estamos de etiquetar a las personas como degenerados permanentes. Circunstancia y dificultad llevan a muchas personas buenas a hacer cosas necias. Decir que esos errores son irreemplazables es hipócrita. Si el mundo considerara sólo tus momentos más depravados, ¿cómo serías juzgado?

La gente cambia. Tomamos cada decisión por primera vez sin ninguna obligación con el pasado. Si controlamos algo, controlamos nuestros propios pensamientos y comportamiento. Si puede mejorar algo, debe ser nosotros mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario